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domingo, 20 de febrero de 2011

Y ahora que he llamado tu atención ¿qué?

Llevo tiempo queriendo escribir esta entrada, concretamente desde el lanzamiento del videoclip para la canción S&M de Rihanna (yo prefiero los M&M's), que seguro que sabéis que ha sido censurado en unos cuantos países. De lo que ya no estoy tan segura es de que hayáis escuchado la canción, a no ser que corrierais a ver el vídeo en Youtube nada más os enterásteis de que era muy porno, en ese caso, mis condolencias por la decepción que os llevaríais. Eh, pero ya habíais picado el anzuelo. Y yo digo: ¿y qué? Satisfecha vuestra curiosidad, recogidas las babas que a lo mejor se os cayeron viendo a Rihanna, superada vuestra indignación por verla pasear a Pérez Hilton (guau, tú si que sabes crear polémica, qué malotah), lo más probable es que siguierais a lo vuestro. Y luego que la culpa de la crisis de la industria musical la tiene la piratería (se supone que el sector está atravesando un bache). No, amigos, no. La culpa la tiene la industria y ese extraño enfoque suyo en el que la música, paradójicamente, ocupa el último lugar.

Me confieso: yo también sentí curiosidad por el vídeo de Rihanna, aunque lo vi más tarde, en la web de Rolling Stone. Y confirmé dos cositas: que el puritanismo de la gente que se encarga de censurar estas cosas es de risa y que, junto a GRATIS, SEXO es la palabra que más llama la atención. Eso lo saben muy bien las discográficas y lo convierten en ley a la hora de hacer videoclips. Es algo que me puede parecer mejor o peor, pero no voy a hablar de ello. A lo que voy es a que puede que sea la mejor forma de vender un producto, pero primero hace falta algo que vender, y ahí esta el fallo. Sí, muchos vimos el vídeo de Rihanna, pero ¿qué pasa con la canción? Una insulsa mezcla se sintetizadores con la de Barbados cantando sobre sadomasoquismo. Sorpresa, ninguna; la música pop está dejando incluso de ser pegadiza. Lo único que le queda es que es bailable, con suerte, pero a bailar vas a los bares, no te compras el CD. Lloros desde la industria musical: "buaaah, no nos compran CDs, buaaaah,  se descargan las canciones de forma ilegal..." Suénate los mocos y escúchame: se descargan la canción, la escuchan unas cuantas veces y se olvidan de ella cuando sale otra más nueva. Si no hubieran tenido esa posibilidad, la habrían grabado con un cassette de la radio, como siempre se había hecho, y seguirían sin comprar el CD. Porque puedes llamar la atención con todo el porno que quieras, puedes envolver la basura en el paquete más bonito, pero no dejará de ser basura.

Los cantantes pop siempre han estado rodeados de mucha parafernalia, pero por lo menos se acordaban de que se dedicaban a la música.

2 comentarios:

Shiver dijo...

Ni he escuchado la cancion, ni he visto el video (ahora es cuando me preguntas que en que mundo vivo xD). Aunque supongo que habras cojido a Rihanna como ejemplo, a mi se me ocurre alguna mas...
Razón no te falta. Mucho adorno y poca calidad.

María. dijo...

bueno, como siempre... ya sabes lo que opino jajaja
no se... la verdad, esque vi el video y... bueno, un poco porno si que es, fijate los movimientos y la carne que se ve (iba a decir ropa, pero de eso hay poco XD)
Pero es lo que se lleva, baby!! es la moda ir de Put** por la vida... y mas en las famosas jovenes, ricas y "guapas" XD
yo ya paso del tema, que piensen lo que quieran y que miren el video quien quiera, a mi no me gustan ninguno de estos especimenes, y no pienso hacerles mas caso que el de tu entrada XD
besoo