-Hola, me llamo Patricia y soy una fashion victim.
-¡Hola, Patricia!
No os lo esperábais ¿no? O igual sí, que a veces descubro ideas extrañas que tiene la gente sobre mí, como cierta persona por cuya cabeza se le pasó que a mí me podía gustar Bisbal. Os lo esperarais o no, es así. La moda me tortura, sí...pero por mi férrea intención de esquivarla. No la huyo sistemáticamente por ser lo que se lleva, porque es casi tan malo como seguirla precisamente por eso, pero es que hay cosas que hace falta mucho estómago para llevarlas.
El jueves estuve en la peluquería y mientras esperaba me dediqué a leer revistas de moda, Telva, Glamour, Marie Claire...¿Que por qué, si no me va la moda? Bueno, precisamente la clave para criticar algo es saber de lo que hablas y como hace mucho que no me paso por esos templos de la última moda que son Bershka, Stradivarius, etc. pues necesitaba actualizarme. Primera pregunta que se me ocurre: ¿por qué las modelos tienen que ser mujeres palillo (dónde quedó Naomi Campbell, bromas aparte) si luego las visten con ropa 3 tallas más grande? Yo he llegado al punto en que ya no sé distinguir entre un vestido corto y una camiseta larga y no deja de ser un problema para pequeños pinipones como yo (1'58 y sin mucha afición por los tacones). Pero luego lo que realmente debería ser ancho, es precisamente del tamaño de un capilar. Cuando voy a comprar con mis amigas o alguna cuenta su odisea, siempre oyes que a una le apretaban los pantalones por el tobillo, a otra por el muslo, a otra no le abrochaba. Y es que claro, a no ser que tus piernas sean flacas y rectas, muchos pantalones no puedes encontrar que te ajusten de todo. Vamos, a no ser que seas así:
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Dbujo de Arturo Elena, encontrado aquí, no podéis dejar de leer los comentarios, menuda polémica. Ya sé que es un dibujo, un figurín más concretamente, pero yo creo que uno al dibujar expresa también lo que piensa ¿no? |
Si la moda se caracteriza por algo es por la innovación, pero entendamos innovación en su sentido amplio, es decir, por cambiar un poco algo que ya existía, o llevarlo de otro modo. Por eso no haces más que oir "vuelven los leggins", "vuelven las hombreras" (ojalá que no, aunque supongo que haría lo de siempre, no comprar lo que está de moda y fieshta)...etc. Pero no te preocupes, que lo que vuelve será algo que hace muuucho que no se lleva, no vaya a ser que puedas llevar los mismos zapatos que el año pasado, por el amor de Dior. Ahora de puntaza, ahora redondos, ahora cuña, ahora planos...
Una cosa muy in ahora son las superposiciones. Ya sabéis, dos camisetas de manga larga, otras dos de manga corta encima y luego otras dos de tirantes, aderezado si quieres con un chaleco (ese gran invento que te calienta el pecho mientras tus brazos van cogiendo un color morado muy chic, y no me hagáis hablar de los chalecos de pelo). Resultado: un precioso look cebolla, o perchero, según prefieras. En realidad no conozco a nadie que llegue a ese punto, pero pasad por enfrente de un maniquí y veréis que no ando tan desencaminada. Me llamó la atención en una de las revistas una foto de una chica que llevaba un pantaloncito corto un poco ancho y debajo asomaba un trocito escaso de otro pantalón pegado a la pierna. Sinceramente, me quedé un poco descolocada, por dos razones. La primera, si hace una temperatura como para llevar pantalón corto, uno te sobra; si no, no vas a arreglarlo poniendote otro pantalón corto. Otra, que es un poco idiota ponerte dos pantalones para que uno asome ligeramente. Tardé un tiempo en darme cuenta de por qué no encontraba camisetas de manga larga majas y muchas de tirantes en invierno. Para qué quieres una camiseta maja si le vas a poner encima otra. Es lógico...
Lo que peor llevo es esa tontería de que uno puede vestir como quiera, que el que sigue la moda es porque le gusta. ¡Y una...! A ver, listillos, si en todas las tiendas venden la misma ropa y es la que está de moda, ¿donde se viste el que no quiere ir a la moda? Tendrás que hacerte de una tribu urbana y recurrir a las cuatro tiendas que venden ese tipo de ropa. Yo tengo una suerte relativa, porque mantengo la misma talla desde los 12 años, y por aquel entonces la moda no era tan marcada, así que voy conservando la ropa. Qué decir que obviamente me he ido comprando ropa, pero la necesidad de encontrar algo que te guste y te siente bien es menos acuciante. Y luego hay algunas marcas que se adecúan un poco más al gusto de una, pero no creo que a nadie le interese donde me compro la ropa. Esto no es una guía de moda, es pura destrucción verbal.
Pero la moda no es sólo ropa, nah nah, también tenemos los cortes de pelo. Con esos no me voy a meter tanto, es un mal menor, en cierto modo, pero hay cosas...
...como este look descarga eléctrica, que ni a esta tía, que es modelo, le queda bien. Años y años de luchar contra la humedad alisándote el pelo con plancha y aplicándote macarillas y demás potingues milagrosos, para después ir al peluquero y que te cobre por hacerte esto. Y por la cara que pone ella debe pensar lo mismo, o igual es una pose sexy, que a veces no distingo. Y que sepáis que los he visto peores, aunque he sido incapaz de encontrarlos ahora.
De los maquillajes también se puede hablar, aunque no dan tanto juego, supongo que entre otras cosas porque a la hora de comprar no es tan difícil como con la ropa, ahí si tienes más variedad. Y es una suerte, porque imaginaos que sombra, pintalabios, colorete, rimel, etc viniesen en conjunto, sin poder usar uno sin los demás, en plan máscara. Eso si sería un problemón, porque imaginad que tenéis que compraros este pack:
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¿Soy yo o lleva colorete en la nariz? |
Pero afortunadamente no es así, y además la mayoría de los maquillajes que ves en las pasarelas son normales. Aunque a mí no me consuela mucho, porque precisamente no me maquillo demasiado. Qué le haremos...
Dedico esta canción a las verdaderas víctimas de la moda: las que no quieren saber nada de ella.