Como quizá sepáis o quizá no, el 25 de Diciembre amaneció con un nuevo disco de Gorillaz, The Fall, grabado con una docena de aplicaciones del iPad de Damon Albarn durante la gira por EEUU. Si formáis parte de la SubDivision, el club de fans, esto lo sabíais desde hace ya tiempo y el 25 pudisteis disfrutar de la descarga gratuita de las canciones; si no, a lo mejor ya lo habéis estado escuchando vía Internet
aquí. Y si todavía no sabíais nada, habéis llegado a tiempo para que os intente convencer para escucharlo.
Antes de nada, no esperéis un Gorillaz o un Demon Days. The Fall sigue más la línea de Plastic Beach y, sin embargo, a mí me gusta bastante más. El por qué no lo sé muy bien, sinceramente. No sé por qué PB me aburre, aunque algunas canciones las adore, y con este estoy contenta, aunque algunas canciones me parezcan muy feas. Es un disco lento y bastante instrumental, así que teniendo en cuenta lo que suelo escuchar, no debería gustarme. Pero lo hace. Puede ser que este álbum sea más para escuchar de fondo pero eso no quiere decir que no se disfrute, aunque sí es verdad que algunas canciones me resultan algo estridentes para eso. Son canciones algo extrañas, como si el señor Albarn hubiera estado jugando con su iPad y haciendo experimentos (aunque eso siempre ha sido un poco la marca de Gorillaz), y no os voy a mentir, no todas buenas. Pero hay algunas pequeñas maravillas musicales en The Fall, una de ellas Revolving Doors.
No dejéis de echarle un vistazo también a HillBilly Man o Amarillo, aunque Little Pink Plastic Bag también tiene su encanto.